lunes, 4 de enero de 2010
Tiempo al Tiempo
Con la emoción de cambiar los paragolpes y ver que cada día mi Sunroof 1960 quedaba más lindo, pinté el tablero porque estaba tapizado con cuerina negra (un desastre) y compré las perillas a tono con el tapizado. Ya que había pintado el tablero compré la nariz y los faros traseros originales que el chapista pintó al mismo tono que la carrocería. Ya que estaba comprando, también invertí en el aro del volante con el logo del castillo.
Pocos días después vi la publicación de una réplica de estante de mimbre en ML y sin dudarlo demasiado lo compré rápidamente. El dueño era de Luján así que un domingo con mucho tiempo fui a buscarlo.
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